Trasponiendo Las Fronteras…….
SO PO SO COMPARITO………SO PO SO……
En el camino del encuentro de Nuestra Identidad, entre la búsqueda y el quehacer cotidiano, les contaré algo que vivió y nos contó mi padre “Enrique CHIQUITIN BORJAS”, al retorno de uno de sus giras artísticas realizadas al País de Chile, aproximadamente, corriendo el año de 1958, llevando nuestro folklore criollo y negro con la Agrupación “PANCHO FIERRO”, anécdota recaída en el sentido de que estando en alguna parte del territorio sureño, el otrora Don José María LAVALLE y "EL NEGRO LOBATON", protagonizaron un hecho por demás curioso y jocoso para el momento.
Es el caso vivido, el que estos dos personajes “GRANDES de la PELOTA, del CANTO, del ZAPATEO, del FESTEJO, del LANDO, de la ZAMACUECA, y de la MARINERA”, esencia del Criollismo Musical y del Futbol peruano, al inicio de la gira percibieron o recibieron un pago adelantado de dinero para los efectos de sus gastos personales, cuando en esas circunstancias, el NEGRO LOBATON, (así se le conocía), hizo entrega a su compadre José María, la cantidad de CIEN MONEDAS DE UN SOL DE ORO, que hacían la suma de CIEN SOLES DE ORO, dicha entrega fue realizada en efectivo, y a los efectos de que su compadre los guardara para realizar en adelante algunas compras o les sirviera para la atención de sus necesidades personales.
Llegado el momento propicio, LOBATON le solicitó a LAVALLE, la devolución de su dinero, acto al cual asintió procediendo a devolverle dicha cantidad dineraria, en un Billete de Cien Soles de Oro, esos billetes grandes que eran propios de dicha época, se acuerdan?, ello, a cambio de las Monedas de Un Sol de Oro. LOBATON, enseguida replicó “A NO COMPARITO JOSE, UTE ME QUIERE ETAFA, AHORA QUE VOA SER CON ETO YO, NO COMPARITO, UTE A MI ME DEVUEVE MI PLATA ¡SO PO SO!, NO COMPARITO JOSE, NO, UD. NO ME VIENE EN VAINA, YO LE DI A UTE. CIEN SOLES SO, PO SO....UD, ME QUIERE ENGAÑAR....NO COMPARE, NO COMPARITO¡, UTE ME DEVUEVE A MI SO PO SO!.
LAVALLE, trató vana e inútilmente de convencer a LOBATON, de que era la misma cantidad de dinero, la que le estaba devolviendo, diciéndole “No sea Ud. Bruto compadrito, su plata está integra, es lo mismo por favor”, no comparito UTE me devuelve SO, PO SO, cumpliendo con la devolución, después de un largo trajinar y con la intervención de sus demás compañeros, tedioso el momento de poder conseguir las monedas, tratándose de que se encontraban en otro País, anécdota de la vivencia de esos grandes en su folklore, AGRUPACION que antecede a "PERU NEGRO", a “Rosa Elvira FIGUEROA”, a “PERU CANTA Y BAILA”.
Esta es tan solo una de las innumerables anécdotas de la vivencia de quienes llevaron nuestra música andina y afroperuana a todos y cada uno de los rincones de nuestra Patria. Parajes en donde en algunas oportunidades quedaban a expensas de la voluntad de algún empresario, por la burla a la que eran sometidos por otros que los dejaban abandonados o que simplemente no cumplían con los tratos o contratos que se realizaban en la Ciudad Capital. Ellos, solo eran embajadores culturales, dentro de su Nación y también fuera de los confines de ella. Testigos silentes o armoniosos del sentir de cada ser que componía la agrupación y del dolor que cargaban por el pesar de la pobreza. El arte, lo era todo para ellos que muchas veces sufrían desprecio y vejámenes por ser cholos o negros, por ser guitarristas o cajoneadores o cajoneros o ser el que tocaba la quijada de burro o las castañuelas no siendo españoles ante el abandono de las Autoridades ciegas de sus necesidades, pero ávidas de la figuración y del lucro o de la ambición que causa el poder.
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