RUPERTO REYES ORUE.
Excelente pugilista peruano fue CAMPEÓN NACIONAL Y CAMPEON SUDAMERICANO DE BOX, nació en el Distrito de Breña, en el año 1921, LIMA, seis años antes que su sobrino Francisco Tomás “CHIQUITIN BORJAS.
Ruperto fue hijo de Carlota ORUE PEREZ, hermana de Victoria, madre de los BOGGIANO y Felicita, madre de “Anita TOVAR” de Juan, Alejandro, Jorge, José, David, y las tres fueron hijas de Don ISIDRO ORUE VELASQUEZ y de Mariana PEREZ, sobreviviente del MONITOS HUASCAR.
Nuestro Campeón, compitió, peleó, boxeó en PANAMA, representando, defendiendo los colores patrios, País en donde fue campeón, luego en CHILE, País en donde radica uno de sus hermanos de nombre Carlos, luego peleó en ARGENTINA y en Montevideo-URUGUAY. Posteriormente, también se presentó en COLOMBIA, País en donde, teniendo como Entrenador a Don GUILLERMO PEÑALOZA, con quien integró la Selección de BOX corriendo el Año de 1938, años de gloria en este deporte, para nuestra Patria.
Su debut como profesional fue frente a un jamaiquino, muchas de sus peleas las realizó en el LUNA PARK. Ruperto, su hermano Isidro, también boxeador, eran primo hermano de Ana Eugenia, Juan y Alejandro TOVAR ORUE, de los toreros Carlos SUAREZ ORUE y los hermanos BOGGIANO, ambos hermanos.
Se casó con la dama EDELMIRA SOTELO con quien tuvo solo un hijo llamado Gustavo Carlos REYES SOTELO, quien es Técnico de la PNP, el mismo que en el año 2002, estuvo destacado en Huancavelica.
Ruperto trabajo en una herrería de su propiedad ubicada en la Calle Bélgica del Distrito de la Victoria, luego retornó a Breña, Jr. Aguarico, donde vivió su madre, mi tía Carlota muchos años, falleció en plena conservación de sus signos y facultades mentales, el año 2000, año en que yo me encontraba aún en Venezuela, al retornar fui a visitar a su hermano, mi tío isidro, quien también tenía un taller de mecánica en la Victoria. A mi tía Carlota y a mi Padrino Carlos ALARCO RIVAROLA, debo mi nombre Carlos.
Se tiene conocimiento que el Gran Ruperto también tuvo varios hermanos de apellido REYES, por parte de su padre….., uno de ellos fue chofer, es decir ESPECIALISTA de la PIP, mi institución, conocido como el NEGRO REYES, persona muy servicial si bien es cierto, LOS REYES ORUE son mis parientes, Los demás miembros o integrantes de la Familia REYES no descienden de LOS ORUE. Sin embargo, sin distingo racial de índole alguna, REYES, es una persona muy amiga a quien conozco como mi subalterno, pero más como un gran amigo, inclusive, por intermedio del General Eugenio PURICHINI, conoció a mi padre, sin saber que CHIQUITIN era pariente cercano de sus hermanos REYES ORUE, esta persona trabajó conmigo y recientemente en el 2008, en circunstancias de atendernos en el Consultorio de Cardiología del HCN LUIS N SAENZ, se trató del tema resaltando que era hermano paterno de mis tíos.
“Mi padre, siempre me contaba que su mamá Ana Eugenia TOVAR ORUE, recordaba del abuelo Isidro ORUE VELASQUEZ, expresar que dentro de los valores que deberían sobresalir en el ser humano, por muy pobre que este fuera; se encontraban la humildad, la honradez y la valentía”.
“También me decía que lo poco que recordaba de su papá Ricardo BORJAS LURITA, eran los zapatos de color champaña que le compró y la sonrisa que esbozara luego que se los robaran del lugar en donde los colocó como señalizador del arco, en donde practicaba su deporte preferido, el futbol, en una de las Calles de La Victoria, conjuntamente con su hermano Luis Ricardo BORJAS TOVAR, y sus amigos de niñez. Decía “CHIQUITIN” que mi abuelo estuvo allí, sonriente y dándoles la mano”
Yo me permito escribir a ellos y a ustedes, en este espacio de la conducción a la búsqueda de nuestra IDENTIDAD, lo que sigue:
En la pobreza se encuentra el valor del amor,
es la que nos permite,
buscar, encontrar y aprender
sobre el valor de las cosas materiales y espirituales.
Ella nos conduce
a sentir el corazón y las caricias,
a construir la vida,
con una flor de naranjo
sumergida por la mitad en la mano,
esperando la llegada de la otra mitad
que se encuentra en el pecho y los sentidos,
para mitigar el dolor que se siente de sus espinas,
en cada pedazo de la existencia.
El Pueblo Peruano, inmersas en él, el conglomerado de todas sus razas, es un pueblo que dentro de sus aflicciones, desde la Conquista, hasta nuestros tiempos, siempre expresó su dolor y su alegría en sus diversos y variados cantos, en sus danzas y en sus bailes.